Riesgo de violencia hacia trabajadores sanitarios
1. INTRODUCCIÓN DEL RIESGO.
La violencia en el lugar de trabajo, sea física o
psicológica, se ha convertido en un problema mundial que atraviesa las
fronteras, los contextos de trabajo y los grupos profesionales. La violencia en
el lugar de trabajo, que durante mucho tiempo ha sido una cuestión "olvidada",
ha adquirido una enorme importancia en los últimos años y en la actualidad es
una preocupación prioritaria tanto en los países industrializados como en los
países en vías de desarrollo, aparece como una amenaza grave, y a veces letal,
contra la eficiencia y el éxito de las organizaciones.
A nivel mundial, según información de los Centros para la Prevención
y Control de Enfermedades (CDC) la violencia en el lugar de trabajo se ha
incrementado en 300% en la última década. Estimaciones de varios estudios
indican que el estrés y la violencia representan alrededor del 30% de los
costos totales de las enfermedades y accidentes de trabajo. Sobre la base de
estas cifras, se ha sugerido que el estrés/violencia laboral puede costar
aproximadamente entre el 1 y el 3,5% del PIB cada año.
Si bien la violencia en el centro de trabajo se encuentra
altamente generalizada, existen grupos con mayor riesgo de sufrirlo. En
diversos países europeos, encabezan la lista de ocupaciones de mayor riesgo
aquellas relacionadas con el ámbito sanitario (24% de todas las agresiones), por
delante de los policías (5%, quinto lugar) y vigilantes de seguridad (2%,
último lugar). Aunque existe mucha diferencia entre los
autores, podemos considerar que entre el 35-80% de los trabajadores
hospitalarios han sido agredidos físicamente alguna vez y entre el 65-82% del
personal de enfermería han experimentado algún tipo de abuso verbal.
Clasificación de la violencia laboral:
- VIOLENCIA TIPO I. El agresor no tiene ninguna relación de trato legítimo con la víctima. Ejemplo: Robo.
- VIOLENCIA TIPO II. Existe algún tipo de relación profesional entre agresor y agredido. Ejemplo: Mientras se ofrece un servicio (personal sanitario).
- VIOLENCIA TIPO III. El causante de la misma tiene algún tipo de implicación laboral con el lugar afectado o con algún trabajador concreto de tal lugar. Ejemplo: Implicación laboral directa (empleado actual o ex empleado y jefe, compañeros de trabajo) o relación personal (cónyuge, ex-cónyuge, parientes, amigos).
1.1. En España y Andalucía
Los sondeos realizados en España indican que en torno al 60%
del personal sanitario ha sido objeto alguna vez de agresión física o verbal y
que el 45% de las agresiones ocurren en los servicios de urgencias.
En Andalucía durante el primer semestre del 2018 se
registraron 674 agresiones (según los registros de la Consejería de Salud), lo
cual representa un aumento de un 26% respecto del semestre anterior, los datos
del Sindicato Médico Andaluz y los colegios profesionales, hablan de cifras
superiores, pues una gran cantidad de amenazas verbales no se denuncian y esta
cifra, de haberse denunciado, seguramente hubiese sido superior. Málaga seguida
de Sevilla han sido las que han registrado un mayor número de episodios de este
tipo 166 y 153, entre ambas representan el 47,32% de todas las agresiones.
Le siguen en número de actos violentos Cádiz (91), Jaén
(82), Huelva (73), Córdoba (57) Granada (38) y, finalmente, Almería con 14. Las
agresiones verbales fueron las más frecuentes (44%), seguidas de las físicas
(28%) y las amenazas (26%). En cuanto al agresor y las causas de la agresión
hay datos discordantes pero en líneas generales un 48% son pacientes y 30%
familiares o acompañantes de pacientes, mientras que el resto lo formaron
enfermos psiquiátricos (11%) y toxicómanos (10%), algunos estudios sitúan como principales
agresores a pacientes con trastornos psíquicos agresivos (dependiendo del lugar
donde se desarrolló la investigación). Se dice que entre el 30-58% de estas
agresiones se han relacionado con una excesiva demora para ser atendido; otro
15% por la negativa a conceder o prorrogar una baja y un 10 por ciento a no
prescribir medicamentos. Un avance muy importante de los últimos años ha sido
la posibilidad de una denuncia y condena de cárcel.
Adjunto un vídeo a modo de demostración de una de las agresiones en el año pasado en La Roda, Sevilla: https://youtu.be/MP25a4yK1m4
2. OBJETIVOS DE PREVENCIÓN DEL RIESGO.
- · Disminuir los efectos de las agresiones en los profesionales, ya que diversas investigaciones demuestran que los trabajadores afectados por la violencia laboral pueden verse inmersos en una secuencia de acontecimientos conocidos como “el síndrome de desgaste profesional” (“burnout”).
- · Comparar los grupos de trabajadores declarantes y no declarantes.
- · Descubrir los efectos de las agresiones en nuestras organizaciones sanitarias. Ya que aunque la mayoría de las agresiones físicas corresponden a lesiones menores, pueden ocasionar consecuencias psicológicas severas llegando incluso al estrés postraumático.
- · Aumentar la información sobre las agresiones en profesionales sanitarios, dando a conocer que este tipo de riesgo existe entre nosotros y que, aunque sea un tópico muy sensible de investigar, pues toca temas emotivos para el sujeto de estudio, es necesario que se haga visible.
- · Bajar la frecuencia de usuarios agresivos y nerviosos en el ámbito sanitario.
- · Conocer las agresiones no registradas hacia trabajadores sanitarios.
- · Describir los factores que motivaron la no declaración.
Mi idea se basa en el compromiso
de la dirección hacia la "No Violencia" y en la capacitación y
competencias profesionales, así como la formación e información a los
trabajadores para la no aceptación de las conductas violentas. El plan de
formación consiste en la realización de talleres de contenido eminentemente
práctico y dirigido a los profesionales del hospital, fundamentalmente de
aquellas áreas con mayor riesgo de agresiones, establecidas por un mapa de
riesgos.
Brindar las recomendaciones en lo concerniente a las medidas de
seguridad pasivas y activas. Además de dotar de apoyo a las víctimas de la
agresión, mediante una respuesta rápida, profesional, multidisciplinar y
emocional, física y legal a corto y a largo plazo.
4. ACTUACIÓN SANITARIA.
Los distintos pasos a seguir por
el profesional ante una situación de agresión verbal o física se explican
detalladamente en nuestro plan de agresiones y de manera abreviada como sigue:
Paso 1. Actitud que debe
adoptar un trabajador cuando trata con un agresor, estrategias de contención
verbal y solicitud de ayuda.
Paso 2. Alertar a
fuerzas y cuerpos de seguridad.
Paso 3. Comunicar el
incidente al responsable del centro.
Paso 4. Traslado al
Servicio de Prevención o Urgencia, donde se valoran las lesiones y el
trabajador cumplimenta el registro de agresiones. Este es el paso previo a la
realización de un mapa de riesgos. Todo este procedimiento se desarrollará
salvaguardando en todo momento los principios básicos de intimidad y
confidencialidad del profesional agredido.
Paso 5. Denuncia ante
el órgano competente.
5. CONCLUSIÓN.
Los datos que he redactado anteriormente indican claramente
que la violencia laboral es demasiado elevada y que hay que actuar
urgentemente, pues esto podría volverse en contra y acabar con el personal
sanitario por encontrarse en riesgo físico o psíquico, el cual aumenta con enfermedades incontroladas o nuevas como es, actualmente el Covid-19, ya que nos consta de la cantidad de personas que agreden verbalmente y físicamente al personal sanitario por pensar que pueden estar infectados.
El sector salud corre un grave peligro, la violencia puede afectar a más de la mitad de los trabajadores de la salud. Las consecuencias negativas de esa violencia generalizada repercuten fuertemente en la prestación de los servicios sanitarios, y pueden dar lugar al deterioro de la calidad de los cuidados dispensados y a decisiones de los trabajadores de abandonar sus profesiones.
6. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS.
1. Organización Internacional del Trabajo OIT, Consejo internacional de enfermeras CIE, Organización Mundial de la Salud OMS, Internacional de Servicios Públicos ISP, Programa conjunto sobre la violencia laboral en el sector de la salud (ILO/ICN/WHO/PSI). Directrices marco para afrontar la violencia laboral en el sector salud. Ginebra-2002.
2. Musayón F, Caufield C. Workplace violence and drug use in women workers in a Peruvian Barrio. International Nursing Review 54, 339-345, 2007.
3. Hoel H, Sparks K, Cooper CL. The cost of violence/stress at work and the benefits of a violence/stress-free working environment, Report commissioned by the International Labour Office (ILO). Geneva: ILO; 2001.
ELENA DEL CARMEN RÍOS RIVAS
T1 - L3
- Segunda intervención:
He comentado en el trabajo de mi compañera Ana Perales.
- Tercera intervención:
El blog me ha parecido muy interesante, pues no suelen haber este tipo de avances a la hora de buscar información concisa de algo en especial.
Además es muy interesante el contenido de mis compañeros, pues los riesgos en el ámbito sanitario no es algo que esté a la orden del día y que toda la gente esté informada acerca de ello.
Sin duda recomendaría este blog y animaría a la gente a participar en él, pues toda información extra es buena y ayuda seguro.

He decido realizar mi segunda intervención comentando tu tema, sobre los riesgos de violencia hacia los trabajadores sanitarios, porque me ha parecido un asunto que lleva vigente desafortunadamente más de lo que cabría esperar y que además en nuestra situación actual con el Covid-19 se han encontrado casos muy atenuantes como es el caso de las amenazas a los sanitarios por el hecho de ser posibles “fuentes de infección”. Me ha sorprendido el ascenso en el número de situaciones de violencia en el campo laboral en España, en este caso en el área sanitaria. Normalmente, se ha pensado que la mayoría de las agresiones que se han producido a los profesionales sanitarios han sido verbales, pero pueden destacarse la elevada cifra en el que ya se incluyen agresiones físicas. Esto supone de gran relevancia en el campo de la salud mental laboral, ya que he podido leer también los riesgos psicosociales que producen que los sanitarios, que ya de por sí, poseen un desgaste profesional o burnout elevado debido a las diferentes presiones y situaciones difíciles que se producen mientras trabajamos, habría que sumarle estas agresiones verbales o físicas que pueden desembocar en consecuencias psicológicas graves que incluso inhabiliten al sanitario, debido a la imposibilidad de sentirse con fuerzas para hacer frente a los problemas del hospital, y sintiéndose, en muchas de las veces inútil, debido a aquellas agresiones a las que se ha visto expuesto. No hace poco más de unos días, en las noticias aparecía el caso de médicos y enfermeros, que eran amenazados, ya sea con cartas a su domicilio o pintando sus coches, con vejaciones hacia su persona por vivir en sitios en los que también conviven otros y por creer que van a ser contagiados, cuando en realidad están exponiendo sus vidas. Todo esto no hace más que refutar mi idea sobre el nefasto pensamiento de la sociedad en relación al trabajo que realizan los sanitarios, ya que no se nos ha tenido mucho en cuenta en los años anteriores, hemos sido un punto clave de recortes con medidas y contratos que no son merecidos del trabajo que realizan. En mi opinión, la mayoría por no decir todas las agresiones ya sean verbales o físicas, además de las amenazas, no se registran de manera adecuada ni se ofrece una respuesta legal, debido al pensamiento popular de que al ser pacientes o familiares de estos, pueden sentirse muy nerviosos y “fuera de control” debido a la situación en la que se encuentre que normalmente suele ser dura, pero no por ello nosotros como sanitarios tengamos que aguantar una violencia por ser las personas que trabajan en el área, y es por ello que opino que se deberían reforzar de manera sólida los puentes legales y las tramitaciones, para que en el caso en el que se produzca una agresión, los sanitarios no sean desprovistos de sus derechos para demandar una respuesta a ello. Asimismo, también pienso que una respuesta legal no arregla las posibles secuelas psicológicas del profesional sanitario, por ello opino que se debería conceder ayuda psicológica a los sanitarios en el caso en que sufran alguna agresión, además de reforzar el conocimiento de estas situaciones durante la carrera y posibles pautas a tomar en el caso en el que se dé.
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