Riesgo a las agresiones a profesionales sanitarios


RIESGO A LAS AGRESIONES A PROFESIONALES SANITARIOS

1. INTRODUCCIÓN


Las acciones violentas de los usuarios, así como de sus familiares hacia los profesionales del sistema sanitario han ido en aumento, se estima que en España entre 2008 y 2012, sesenta de cada cien profesionales sanitarios habían sufrido agresiones ya sean físicas o verbales. El 45% de estas agresiones se producían en el servicio de urgencias (Mayorca, 2013).

Es importante diferenciar entre violencia física, la cual produce daños físicos como pueden ser bofetadas, empujones, pellizcos, etc, de la violencia psicológica que incluyen insultos, intimidación o abuso verbal.

El profesional de Enfermería se encuentra dentro del grupo de profesionales sanitarios que con mayor incidencia sufre agresiones en su puesto de trabajo, esto se debe a la estrecha relación que existe entre enfermeras, pacientes y familiares de éstos (Galián, 2012). La Organización Colegial de Enfermería ha elaborado un estudio en el que se recoge que el 33% de Enfermeras en España ha sufrido algún tipo de agresión en el último año (Altemir, 2018).
El modelo de predisposición del profesional de Enfermería ante cualquier tipo de violencia laboral puede ser representado como se muestra en la imagen 1 (Gasco, 2019).




Estas agresiones pueden tener graves consecuencias en los profesionales así como en el desarrollo de la práctica profesional. Según una investigación llevada a cabo en Cataluña las agresiones favorecen el hecho de acceder a demandas inapropiadas de los pacientes o de reducir las visitas de pacientes conflictivos, además del impacto emocional que supone para aquellos que sufren las agresiones (Altemir, 2018).


Nos encontramos con distintos motivos que llevan a los usuarios a agredir a los profesionales, entre ellos nos encontramos: largos tiempos de espera, insatisfacción con los tratamientos, incompatibilidad médico-paciente, influencia del alcohol o drogas y deficiencias en la comunicación (Mayorca, 2013).

El Sistema Sanitario Público de Andalucía considera necesario instar a los usuarios en el cumplimento de sus deberes, dentro de los cuáles se encuentra el uso adecuado de los servicios sanitarios en un ambiente de mutua cordialidad, confianza y respeto, mejorando así las relaciones entre ciudadanos y profesionales de la salud, tal y como lo recoge el Estatuto Marco del Personal Estatutario de los Servicios de Salud.



2. OBJETIVOS

El plan de prevención y atención de agresiones para los profesionales del SAS propone abordar de una forma integral el problema de las agresiones, considerando prioritario una formación específica a los profesionales con el fin de dotarles de habilidades que permitan manejar las situaciones de riesgo con efectividad.
Los objetivos que propone dicho plan son:
-       Dotar a los profesionales de habilidades de comunicación que mejoren la interacción con los pacientes y familiares (video de enfermera asertiva).
-       Analizar la relación de los profesionales sanitarios con sus pacientes y familias en situaciones agresivas y de conflictos.

-       Dotar a los profesionales de herramientas que les permita contener a un paciente conflictivo, evitando así la agresión.
-       Estrategias de comunicación que faciliten la prevención de la agresividad o el abordaje de la misma.

3. EXPLICACIÓN DE ACTUACIÓN SANITARIA
Estrategias para abordar una conducta hostil (Altemir, 2018):
a)    ¿Cómo detectarla?
ü  Actividad psicomotriz: negativa a sentarse, sobresaltos, golpes a mobiliario.
ü  Posturas/gestos: mirada fija, sentarse al borde de la silla, señalar con el dedo.
ü  Palabras malsonantes: uso de ironías, voz aguda, volumen elevado, mirada desafiante, falta de escucha.

b)   ¿Cómo abordar esta situación?
ü  Evitar tecnicismos.
ü  Realizar escucha activa.
ü  Permitir expresar desacuerdos o quejas.
ü  Hacer referencia a normas y organización del servicio.
ü  Usar tono de voz suave, tranquilo y gestos que muestren serenidad.

c)    Controlar la situación
ü  Colocarse fuera del espacio personal de la persona, no dar la espalda.
ü  Buscar un espacio adecuado, evitando espectadores.
ü  Buscar salida accesible y disponer de sistemas de aviso.
ü  Advertir que las faltas de respeto no son aceptables.
ü  Si se percibe riesgo de agresión, no entrar solo.
ü  Avisa a seguridad o policía.
Si se produce la agresión se deben seguir los pasos mencionado en el anexo 1.

4. PROPUESTA DE NUEVA FORMA DE PREVENCIÓN


Observando las principales causas que precipitan una posible agresión por parte de los usuarios a los profesionales nos encontramos con los largos tiempos de espera, déficit del funcionamiento de la organización y problemas de comunicación.
Por ello para prevenir se debería informar a los usuarios de los posibles tiempos de espera a través de pantallas informativas en las consultas de atención primaria así como en el servicio de urgencias. En esta pantalla podemos intercarlar videos y carteles de sensibilización dirigidos a los usuarios.
Respecto a los problemas de comunicación intensificaría los servicios de formación, así como la obligatoriedad de reciclarse en este aspecto para adquirir habilidades comunicativas.

5. CONCLUSIONES

El número de agresiones que sufren los profesionales sanitarios son cada vez mayores, no obstante no se llegan a formalizar todas las denuncias correspondientes ya que el 25.4% de los profesionales encuestados consideran normal este tipo de situaciones y el 17.9% consideran que la agresión no tuvo la suficiente importancia para llegar a denunciar.
La causa más importante que reflejan los encuestados y que por tanto derivan el hecho de no denunciar, es considerar que el registro no es útil, situándose aquí el 32.8% (Mayorca, 2013).

Es necesario que los profesionales se sientan más protegidos por las correspondientes administraciones frente a este tipo de situaciones y que le den la importancia que tiene una agresión, ya sea verbal o física. Si se denuncian la mayoría de agresiones que se produzcan, se pueden tomar las medidas correspondientes para tratar el caso con la relevancia que tiene.
Concienciar a la población en el cumplimiento con sus deberes como usuarios del sistema sanitario en los que se enmarca el respeto hacia los profesionales es una tarea que debe seguir latente hasta que el número de agresiones reduzca considerablemente o desaparezca por completo.

6. MATERIAL MULTIMEDIA








7. VALORACIÓN PERSONAL


Es necesario conocer los posibles riesgos que podemos sufrir en el futuro como profesionales sanitarios, de forma que sepamos actuar ante ellos desde una perspectiva preventiva.

Los riesgos derivados de la práctica profesional, tales como: riesgos ergonómicos, cortes/pinchazos por instrumental clínico o exposición a agentes contaminantes biológicos son riesgos con los que nos encontramos muy familiarizados ya que a la vez que aprendemos técnicas nos informan de ellos. No obstante hay riesgos igual de importantes tales como el estrés derivado de la profesión por turnos nocturnos o situaciones extremas para los que aún no nos encontramos preparados para afrontar, por ello considero necesaria la formación en prevención de los mismos.
8. ANEXO




9. BIBLIOGRAFÍA


Altemir, M., & Arteaga, A. (2018). Protocolo de actuación para prevenir y afrontar agresiones al personal sanitario. Enfermería Clínica, 28(2), 125-132. Disponible en:https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S1130862117301444?casa_token=3X3OVSHTFUsAAAAA:G5pjABmFQh8uEdytTiXKafHoMF10QL1CYXNDAfANfJGjuReahFzUzWWa0z0zbpOLxpyuxys 
Gasco G, & González A. (2019). La agresión en el entorno profesional de Enfermería: diseño de un modelo de predisposición ante la situación de violencia laboral. Ene, 13(1), 1318. Epub 01 de octubre de 2019. Recuperado en 15 de abril de 2020, de http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1988-348X2019000100008&lng=es&tlng=es.
Gutiérrez, L., Hernández, M., & Molina, L. (2016). Agresiones externas al personal sanitario de un servicio público de salud (2008-2012). Archivos de Prevención de Riesgos Laborales, 19(3), 166-174. Disponible en http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1578-25492016000300003 
Mayorca Y., Iván A., Lucena G., Cortés M., & Lucerna M. (2013). Violence against health workers in a hospital of Andalucia: why are not recorded attacks?. Medicina y Seguridad del Trabajo, 59(231), 235-258. https://dx.doi.org/10.4321/S0465-546X2013000200005
Servicio Andaluz de Salud (2018). Plan de prevención y atención de agresiones para los profesionales del sistema sanitario público de Andalucía

Ley 55/2003 de 16 de diciembre, del Estatuto Marco Del Personal Estatutario de los Servicios de Salud. BOE-A-2003-23101. Disponible en: https://www.boe.es/buscar/act.php?id=BOE-A-2003-23101&tn=2 

https://www.saludcastillayleon.es/profesionales/es/prevencion-riesgos-laborales/plan-integral-frente-agresiones/campanas-sensibilizacion-frente-agresiones-ambito-sanitario

https://www.youtube.com/watch?v=Qx7Dnxmr1MI

https://www.youtube.com/watch?v=MZUQGIObRS0&t=59s







Comentarios

  1. Me ha sido de gran ayuda leer tu entrada en el blog, porque me parece un tema muy interesante el hecho de saber afrontar una situación de agresión en el ámbito laboral. Muchas veces existen desacuerdos con formas nuestras de trabajar, los familiares pueden no creer que se les está dando toda la información que necesitan, o el mismo paciente no está de acuerdo con el trato y la atención recibida, puede haber problemas de impaciencia, ya que cuando una persona está enferma ese miedo e incertidumbre le hace que puedan llegar a ser más impacientes. Por estos y algunos otros motivos, nosotras como enfermeras podemos llegar a sufrir agresiones físicas o verbales.
    Me he informado sobre el tema, y he visto algunos otros puntos que se pueden añadir a tu entrada como forma de hacer frente a una situación de agresión verbal:
    - Reconocer y admitir las posibles deficiencias propias o de la organización. Si creemos que podríamos haber hecho algo de una mejor forma, el reconocerlo y disculparnos puede hacer que esta persona se relaje y comience a escucharnos.
    - También es de ayuda manifestar los propios sentimientos al paciente. Se puede hablar de los sentimientos de tristeza y malestar que ha generado su comportamiento agresivo en nosotros. Con esto se puede conseguir en ocasiones que reflexione y pueda darse cuenta de las posibles consecuencias de su conducta.

    Las formas que has planteado de controlar la situación me han parecido de gran ayuda.
    Muy buen trabajo, es muy entendible y completo.

    Arenas, C. (2017). Agresiones a trabajadores sanitarios: estrategia de actuación [Blog]. Recuperado de http://www.seguridad-laboral.es/prl-por-sectores/sanitario/agresiones-a-trabajadores-sanitarios-estrategia-de-actuacion

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  2. El trabajo me ha parecido muy bueno ya que es claro y completo, además, las nuevas medidas que has aportado para prevenir este riesgo me parecen bastante útiles.

    Las agresiones son uno de los riesgos que más se producen en la profesión enfermera, pero estas situaciones apenas se conocen ya que son pocos los profesionales que terminan denunciando. A lo largo de los años el número de agresiones ha ido aumentando por ello creo que es necesario informar y educar a los profesionales con las actuaciones que se deben de llevar a cabo ante una posible agresión para que así estas vayan decreciendo.

    Tras investigar un poco sobre el tema he encontrado algunas estrategias verbales más que se pueden realizar ante un paciente conflictivo:
    -A la hora de dar indicaciones o prescripciones debe hacerse de manera clara, concisa y completa, evitando siempre la ambigüedad y la polisemia. Por otro lado, no se debe escatimar obviedades que pudieran darse por supuestas, pues hacerlo puede tener como consecuencia un empobrecimiento de la comunicación eficaz en contextos formales.

    -Dejar hablar al interlocutor y no interrumpirle de manera gratuita. Interrumpir solo en el caso de que no se entienda algo importante, cuando se pierda el hilo de la información, o cuando el interlocutor divague de manera exagerada.

    -Manifestar en todo momento una elevada motivación por el propio trabajo. La desmotivación es fácilmente captada por quien recibe el servicio, produciendo así, un descenso de la credibilidad otorgada al sanitario, al tratamiento y, por tanto, la adhesión al mismo.

    Altemir Cortes, M. (2014). Agresiones al personal sanitario: estrategias de afrontamiento de la conducta agresiva del paciente.

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